Cuando uno piensa que ha perdido la chispa de la imaginación,
cuando ves que ya no creas historias en tu mente como antes lo hacías,
cuando te ves perdido en el bosque de las tinieblas...

Es entonces cuando llegas a tus mejores relatos, casi sin quererlo.
Es entonces cuando te ves sorprendido por torbellinos de ideas y de imágenes.
Es entonces cuando comienzas a volverte a sentir vivo...

...y no paras de escribir, de imaginar y de querer contar lo que tu mente te ha traido de repente.

En ello ando ahora metido,
en una historia cruel y tierna,
en una historia amarga y dolorosa.

Una historia que os hará pensar en algo que jamás habéis pensado,
os lo aseguro.

Pero para todo esto queda mucho,
mucho tiempo.

Sólo pretendía...
poneros los dientes largos.

Mientras tanto,
os dejo con otra idea que me ronda la cabeza y que será más próxima.

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