Hoy día 6 de septiembre de 2007 nos ha dejado a sus 95 años una gran persona que desde hacía casi 10 años vivía con nosotros, mi "amama".

Fue ella, junto a mi "aitite" tras un incendio en su antiguo caserío, la que construyo el caserío de Goriko (casi junto al otro) para vivir con sus dos hijos.

Tenía que llegar, era ley de vida y se ha ido como una señora, en el momento correcto y sin molestar a nadie, como era su costumbre.

Por ello y por que la quería con locura, os dejo con la mejor canción y la mejor escena que jamás uno ha visto en el cine. Una escena que me puso los pelos de punta en su día y me hizo comprender que el cine, a parte de diversión o arte, puede llegar a ser poesía.



Es la canción más poética y maravillosa que jamás he oído junto a la escena más triste que haya visto en la gran pantalla.

Descanse en paz.