Tengo ganas de rodar. Y muchas.

Es la primera vez en la que me apetece sentir ese cosquilleo en la tripa de que todo salga bien, esa sensación que sólo un guionista o director tiene cuando estas ante un rodaje.No he tenido nunca un hijo de momento, pero creo que es algo que se le puede asemejar.

Recuerdo cuando tras montar LIMBO y verlo, sentí esa sensación que no he vuelto a tener.Esa primera vez en la que vi algo plasmado en cine que meses antes estaba en mi imaginación.
Me acuerdo de hablar de ese cortometraje con un amigo y describirlo con tanta pasión como cuando te hablan los que acaban de tener un hijo. Me sentía eufórico.
Pero no del resultado del cortometraje, si no de la sensación indescriptible de ver plasmado en imágenes la historia que estaba en mi mente.
Pero como toda primera vez, sólo sucedió ahí. Tras los demás cortometrajes jamás sentí aquella sensación y creo que nunca volverá, aunque sigue existiendo en menor medida.

Lo que ahora he descubierto es algo nuevo, algo fascinate.
Me apetece tener esos nervios, volverme loco con la planificación del rodaje, con el "saldrá todo bien?".
Para explicarlo mejor, en CORTO GALEGO quedamos el segundo día de rodaje a las 9 de la mañana y yo ya andaba danzando por ahí dos horas antes, sin contar que casi no dormí.

Sentir esa angustia, sentir esos nervios, sentir esa sensación de que todo empieza mal como sucedió las dos primera horas de rodaje de A DIOS ROGANDO, en ese mismo instante no hace ninguna gracia, pero realmente es lo que nos hace sentir vivos a los realizadores de cortometrajes y lo que nos hace más fuertes.

Me llamarán sádico, pero sinceramente, llámenme lo que quieran.

Esto es lo próximo en lo que me voy a meter.




De momento tengo algún que otro actor ya confirmado entre los que se encuentan EDUARDO GAVIÑA MARAÑON, JAVI CHUECA y alguno más con los que he de hablar.

No se hacen una idea del lio en el que me estoy metiendo.

Encantado.

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